"Jovenes urbanos: más alertos
y saludables sin plomo"

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Opinioned Editorial (Op-Ed)

Fecha: Jueves, 5 de Febrero del 2004
Contacto: Christopher Greaves, Director de Comunicaciones, (212) 961-1000, ext. 304 - Chris@weact.org

Bajo una luz extraña que emana de un aparato de calculos inventado por el alcade Bloomberg para impresionar a los politiqueros, el director ejecutivo de Gotham entregó su veto contra el Acta 101A y nos dejó regalos cargados de plomo para esta navidad.

Mientras que nuestros hijos siguen viviendo en lugares expuestos a pinturas de plomo que afectan su desarrollo mental, Bloomberg-quien sostiene que la educación es la más alta prioridad de su administración- bloquea la legislación cuyo objetivo es rescatar a los niños de ese peligro, para poder cumplir con su promesa de darles esa educación.

Con el argumento de los altos costos para la ciudad, el acta fue enviada de nuevo al consejo de la ciudad. En octubre pasado el consejo aprobó el acta por 44 votos a favor contra 5, ignorando las quejas de los proprietarios.

Dicha acta ordena a propietarios de apartamentos arrendados a familias con niños, inspeccionar con frecuencia los lugares y remover la pintura de plomo que se está pelando y cualquiera otro elemento de plomo que presente un peligro para los niños. Aprobar ésta legislación es tomar un paso en la dirección correcta. Ya está comprobado que la más leve exposición al plomo tiene consecuencias desastrosas para la inteligencia humana y que al no exigir a los proprietarios esa limpieza de elementos de plomo, ponemos en juego la salud de nuestros niños.

Los que se oponen dicen que el acta busca " componer lo que no está roto", pero ese alegato no tiene fundamento y es, además, mal intencionado. Es cierto que el envenenamiento de plomo se ha reducido en los últimos años, en su mayoría por el efecto de la Ley Local 1, de 1982. La que la reemplazó, Ley Local 38, de 1999, que es menos rigurosa, su efecto neto ha sido bastante menor. Los proprietarios que se oponen al acta no toman en cuenta que en la ciudad de Nueva York el nivel permisible de exposición al plomo es dos veces más alto que el impuesto por el gobierno federal.

Aunque la ley pide que todos los niños de la cuidad sean examinados para detectar su exposición al plomo, solo menos de la tercera parte lo hacen. Esto hace suponer que el número de casos de envenenamiento de plomo es mucho mayor al que se reporta.

Entre 1995 Y 2000, el 94 porciento de los casos de envenenamiento por plomo fue de niños afro-americanos, asiáticos y latinos. Es lamentable que los que estan a favor de la Ley Local 38, y quieren convencernos de su "exito", sean ciegamente indiferentes hacia estas comunidades tan vulnerables.

Las quejas sobre el alto costo que esta nueva legislación representaría para la ciudad son engañosas. La oficina independiente de presupuestos (Independent Budget Office) de la ciudad calcula que el costo es de $18 millones, mientras que la oficina del alcalde Bloomberg afirma que es más de $200 millones, que incluye costos que sucederían solo una vez-no se repetirían- y costos de operación existentes que no tienen nada que ver con el acta en cuestión. Propietarios y urbanizadores, que se quejan de los costos "exorbitantes", no mencionan los beneficios: el acta prolonga la rebaja de impuestos J-51, y que tal rebaja les permite reducir los costos para rehabilitar sus propiedades.

Segun los cálculos de expertos de la Escuela de Medicina de Mt. Sinai, el costo social por envenenamiento de plomo es más de $1 billón al año, cifra que pone en perspectiva las quejas en contra de la legislación.

Pero detrás de las quejas de los proprietarios en contra de dicha acta está el temor del riesgo que corren, si se les obliga a eliminar los peligros del plomo "al máximo posible", por "la oleada de demandas" que se les vendría, y del costo del seguro de riesgos que sería imposible de mantener en propiedades de bajos arriendos. Sobre tal preocupación no hemos visto estadisticas. Más aún, nos molesta la insistencia de la parte de los urbanizadores que un voto a favor del 101A es un voto a favor de la destitución de la gente de bajos recursos. El argumento de que la remoción de plomo hace imposible poder ofrecer viviendas a costo reducido es absurdo. La nueva legislación no acabará con viviendas de bajo costo. Esta no es una decisón entre la salud de los niños y viviendas.

El consejo de la ciudad puede anular el veto del alcade Bloomberg con solo 34 votos a favor, que es posible dado el fuerte apoyo al acta por parte del consejo.

En nombre todos los que recibieron bultos de carbón cargado de plomo como regalo esta navidad, West Harlem Environmental Action le pide al consejo mantener su posición pues miles de niños esperan ansiosamente éste regalo tardío.

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